Trinidad Jiménez anunció hace unos meses la reforma de la Ley del Tabaco que conlleva el no poder fumar en ningún establecimiento público a partir de este año que acabamos de comenzar. Esperaba que tal decisión estuviese respaldada por empresarios, sindicatos y partidos políticos. Y creo que muy a favor no están los ciudadanos con esta nueva imposición por parte del gobierno.
No sólo va a afectar a los establecimientos hosteleros, se trata de una cadena, es decir, si la gente fumadora (que es mucha) deja de ir a los bares y restaurantes por no poder disfrutar en la barra de un bar de un café acompañado de un cigarrillo, los hosteleros se verán en la obligación de cerrar sus puertas, y muchos distribuidores de bebidas y alimentos perderán clientes debido a ésta medida. Va a afectar en muchos aspectos a varias personas.
Los lugares públicos cerrados, ya tuvieron que realizar reformas en su día, debido a otra Ley que impusieron para que sus clientes pudiesen fumar en un apartado del local y no molestar a los no fumadores. Y yo me pregunto ¿qué van a hacer esos empresarios que en su día invirtieron dinero en esas reformas? ¡Comerse su negocio con patatas!, porque me imagino que estas personas pedirían préstamos a los bancos para dichas obras, y si ahora dejan de tener clientes por esta Ley, no tendrán ingresos y… ¡a buscarse la vida!
El gobierno se basa en que en la mayor parte de los países europeos no se fuma en los bares, y yo a esto contesto que esos países no tienen la tradición y cultura que tenemos en España de ir a un bar de tapeo, tomarte un vino o una caña y echarte un cigarrillo, no se puede equiparar.
Espero que el gobierno, de aquí a que la Ley entre en vigor, piense mucho en los empresarios hosteleros, y en todo lo que conlleva el prohibir fumar a las personas. ¿No estamos en una Democracia, y somos libres de elegir? Que se note.
No sólo va a afectar a los establecimientos hosteleros, se trata de una cadena, es decir, si la gente fumadora (que es mucha) deja de ir a los bares y restaurantes por no poder disfrutar en la barra de un bar de un café acompañado de un cigarrillo, los hosteleros se verán en la obligación de cerrar sus puertas, y muchos distribuidores de bebidas y alimentos perderán clientes debido a ésta medida. Va a afectar en muchos aspectos a varias personas.
Los lugares públicos cerrados, ya tuvieron que realizar reformas en su día, debido a otra Ley que impusieron para que sus clientes pudiesen fumar en un apartado del local y no molestar a los no fumadores. Y yo me pregunto ¿qué van a hacer esos empresarios que en su día invirtieron dinero en esas reformas? ¡Comerse su negocio con patatas!, porque me imagino que estas personas pedirían préstamos a los bancos para dichas obras, y si ahora dejan de tener clientes por esta Ley, no tendrán ingresos y… ¡a buscarse la vida!
El gobierno se basa en que en la mayor parte de los países europeos no se fuma en los bares, y yo a esto contesto que esos países no tienen la tradición y cultura que tenemos en España de ir a un bar de tapeo, tomarte un vino o una caña y echarte un cigarrillo, no se puede equiparar.
Espero que el gobierno, de aquí a que la Ley entre en vigor, piense mucho en los empresarios hosteleros, y en todo lo que conlleva el prohibir fumar a las personas. ¿No estamos en una Democracia, y somos libres de elegir? Que se note.
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